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Experimento: los influencers y las tentaciones
Hoy voy a compartir contigo un experimento social que hice en facebook el otro día (mea culpa) con el fin de confirmar ciertos comportamientos de los influencers que he venido notando desde hace tiempo. Léelo hasta el final, los resultados son muy interesantes.
El experimento
Como todos saben, el Marketing de Influencia ha cobrado especial relevancia en los últimos años, de la mano de la masificación del uso de redes sociales. Aunque el término es relativamente nuevo, la idea de tomar decisiones basados en la opinión de personas relevantes en un tema, no es para nada nueva, pues podría decirse que es parte de la naturaleza humana misma.
Pues bien, la historia de mi experimento inicia hace algún tiempo, cuando descubrí por casualidad que en Colombia existe un grupo en facebook llamado “Influenciadores Colombia“. Apenas lo vi, dije “¡Wow! ¡Quiero ser como ellos!” y en medio de sollozos, suspiré mientras levanté mi mirada para observar el horizonte con actitud soñadora. Pasado ese momento tan cursi procedí a solicitar mi admisión en el grupo, y por suerte alguien, supongo que por error, me admitió.
Ya en el grupo, empecé a ver cómo la gente llega, busca influencers para los temas y marcas más variadas. Algunos para campañas de verdad, otros solo para generar bases de datos express (sí, no crean que nadie lo nota), en fin, noté un buen flow de interacciones que hacen de este grupo un buen punto de encuentro entre marcas e influencers. Obviamente, luego de algunos segundos de concienzuda reflexión, me postulé a un par de convocatorias de productos que me gustan y que probablemente mencionaría gratis en mis perfiles de todas maneras (pero no se lo digas a nadie).

Esta es la publicación con la que llevé a cabo la prueba.
Pasaron los días y empecé a notar un patrón: ciertos influencers demostraban una flexibilidad increíble a la hora de elegir los temas, marcas y campañas a las que se postulaban. Que si hamburguesas, ¡voy!, que si fitness, ¡también voy!, que si productos femeninos, ¡le entro!, que si mascotas, ¡soy experto!, que si una marca de gaseosa, ¡cuenten conmigo!, que si la feroz competencia de esa marca de gaseosa, ¡voy pa’ esa!… En serio, son asombrosos. Digamos que uno no debe juzgar a esas personas porque es claro que sí puede darse el caso de una mujer que es amante de las mascotas, que come hamburguesas de manera desaforada, que además es adicta al ejercicio y que alterna su bebida favorita entre las dos marcas más famosas de gaseosa que existen, ¿por qué no? (Nota: exageré un poco con los ejemplos).

Lee también: -Dile “NO” a esa marca que quiere trabajar contigo- en WomyAds. (Haz clic sobre la imagen)
Dicho esto, quise saber qué tan adictos a los regalos son los influencers en general y decidí hacer un experimento social con el fin de estudiar un poco esta tendencia, para lo cual publiqué la convocatoria en facebook que aparece más arriba en este mismo artículo. La idea no era averiguar qué influencers son influyentes en diferentes temas, porque, ya en serio, uno sí puede ser fanático de los chocolates y además ser un experto en música que ama el fútbol mientras satura en sus tiempos libres sus redes sociales con fotos de su tierna mascota. La idea en realidad era ver cuántos influencers se postularían a ciegas ante la promesa de recibir regalos a cambio de menciones en sus redes sociales, sin saber siquiera el tema del que trataría la campaña o actividad, ni la marca que se apoyaría en ellos para lograr sus objetivos de negocio.
[inlinetweet prefix=”” tweeter=”” suffix=”#SocialMedia”]¿Caería algún influencer en esta tentación?[/inlinetweet]
Los resultados
- Más de 70 personas se postularon en solo 3 días. La acogida fue enorme, algunos de los interesados cuentan con miles de seguidores y otros poseen audiencias más limitadas (pero este número de seguidores no es a final de cuentas lo único relevante, pues como todos sabemos el número de followers no necesariamente es directamente proporcional a la influencia del sujeto en cuestión).
- 2 personas comentaron aún después de que anuncié que ya se había terminado la convocatoria.
- 4 personas comentaron en tono humorístico, burlón y/o sarcástico.
- 1 persona me preguntó qué es un influencer para mí.
- 1 persona preguntó si era solo en Colombia.
- 1 persona dijo “Depende”. No sé si se refería al tema o al regalo. Ruego a Odín que haya sido al tema.
- 3 personas se preocuparon por indagar acerca del tipo de regalos que ofrecía.
- 2 personas pusieron a mi disposición varios perfiles.
- 6 personas me contactaron por “interno”.
- 0 personas preguntaron por el tema a tratar.
- 0 personas solicitaron más información.
Más allá de estos números que posiblemente confirman mi hipótesis de que los influencers tienen cierta adicción indiscriminada a los regalos (como la mayoría de los humanos), este experimento busca generar un poco de conciencia, de autocrítica y de reflexión acerca de la manera como los influencers asumen su rol dentro de esta dinámica social que beneficia tanto a las marcas como a las personas que construyen a diario una reputación en los medios digitales.
¿Qué opinas? Comparte tu opinión en la sección de comentarios.
8 Comments
Santi Morales
Muy bueno
Omar Gamboa González
Qué buen ejercicio, Diego. Lo felicito. Desde hace rato se nota que en ese grupo hay un montón de "caza-campañas", así como hace un tiempo existen los caza-concursos. Lamentablemente con esas cosas se perratea el medio: las agencias cada vez son más facilistas, los "influenciadores" cada vez muestran más el hambre. Por eso vemos tanta cuenta que parece Carrefour, llena de marcas por todo lado.
Diego Arenas
Gracias! Lástima no estaré en la oficina está semana para compartir el post con todos…
Diego Arenas
*esta
Diego Arenas
Gracias. La verdad esos argumentos fueron parte de la motivación del experimento… A mí me gusta participar en cosas, pero me controlo para evitar que pase lo del timeline saturado de marcas… Creo que me he perdido de buenos regalos solo porque no siento que combinan con mi perfil o porque restan más de lo que suman (y eso que mi perfil se presta para medírmele a casi cualquier tema). En fin, he optado por inclinarme más por el modo "dejad que las marcas vengan a mí" que es más divertido. Saludos (si todavía está leyendo esta respuesta tan extensa).
Omar Gamboa González
Diego Arenas Jajaja. Pues… si me leí el post, cómo no voy a leer el comentario 😛
Shadia Carmona
pulgar arriba! (y)
Tatiana Romero Jimenez
Jajahaja ruego a Odín!