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Todos conocemos a alguien que habla muy duro
Todos conocemos a alguien que habla muy duro… tal vez no sea tu caso, pero sí es el de los amigos de Juanita. ¿Quién es Juanita? Es alguien que conozco hace varios años y que, por decirlo así, vive varios decibeles más arriba que el resto del planeta. Esta es la historia de un dibujo muy sencillo que hice para ella.
Este año Juanita le dio la bienvenida al mundo a Agustina, su hija. Cuando se conoció la noticia y a lo largo de los meses, algunas personas se derretían de solo escucharlo, otras se dedicaban a averiguar la mayor cantidad de detalles posibles, otras empezaron a planear el baby shower (sí, hay gente a la que le gusta ese tipo de cosas), muchas otras la felicitaron y empezaron a compartir su propia experiencia, otras se acercaban a ver si corrían con suerte y podían presenciar «pataditas», algunas otras se dedicaban a indagar acerca de los antojos… en fin, las reacciones normales de un momento tan especial para la vida de alguien. Yo obviamente la felicité y, calculo que durante la semana 34 o 35 de gestación, hice un dibujo muy rápido que solo le mostré a un par de compañeros (lo del número de la semana es ficción, no tengo ni idea de cuándo fue, pero quería usar algo de lenguaje técnico para que sonara bonito).
Como yo no soy BFF de Juanita ni nada por el estilo, me dio miedito mostrarle el dibujo y que de pronto se pusiera de mal genio por ser tan confianzudo y ahí si me gritara de verdad (hagan cuentas, un grito es un riesgo auditivo exponencialmente peligroso en este caso particular), entonces lo dejé ahí guardado y dejé que los chistes acerca de su embarazo los hicieran sus amigos cercanos y familia.
Pasaron los días y nació Agustina. Luego de una corta ausencia, Juanita regresó al trabajo más feliz que nunca y era ese el momento preciso para hablarle del dibujo, que si uno lo piensa bien, es muy inocente, pero teniendo en cuenta que a lo largo de toda mi biografía he tenido la capacidad de incomodar a la gente con mis comentarios (incluso a gente que seguramente pensó en su momento en ponerme «de patitas en la calle» por cuestionar sutilmente su autoridad), he «aprendido» a ser «cauto» para no molestar a las personas de bien y a cualquier ciudadano de a pie que se cruza en mi camino. A Juanita le pareció graciosísimo.
Aquí está el dibujo, la verdad tardé más contando la anécdota que trazándolo. ¿Qué opinan? ¿Conocen a alguien así? Dejen sus comentarios, sean valientes.
2 Comments
Balam Aldama
Mi mama es así, aunque este a un lado de ti habla fuerte. Por eso procuro nunca estar de perfil junto a ella pobres de mis tímpanos.
TRIEGO.COM
Jajaja, y si se pone de mal humor seguro aumentan aún más los decibeles… pobre de ti. 😉