El verdadero problema de no ir

Seguro te ha pasado que no vas a un evento, reunión, fiesta, concierto, guateque o como lo quieras llamar, y luego te enteras de que estuvo buenísimo. Pues bien, a mí me pasó en estos días, y debo decir que aunque la razón para no haber ido sea que en el trabajo se sobreactuaron con eso de confiar en tus capacidades o que ya te habías comprometido a ayudarle a una tía con la configuración de su celular, el problema no viene en el momento en que no estás en la fiesta sino al día siguiente.

Es cierto, no asistir no tendría nada de malo si no fuera porque al otro día twitter, facebook y tus amigos en persona parecen confabulados para hacerte pensar que el evento en cuestión fue el mejor de todos los tiempos y que cambió para siempre la percepción del mundo como lo conocemos. Y no solo eso, además tienes que soportar el tono heroico y épico de comentarios como «estaba así de lleno», «mka no se imagina la rumba», «nos bebimos ‘x’ cantidad de ‘y’ y luego pasamos a tomar ‘z’ hasta que nos sacaron del chuzo» y demás hazañas que al ser escuchadas te dan a entender que van a ser contadas generación tras generación hasta el final de los tiempos.

¿Han escuchado hablar de The 5,6,7,8’s? Son un trío japonés de rockabilly que recién conocimos en este lado del planeta cuando hicieron parte de la banda sonora de Kill Bill, luego de que Quentin Tarantino las oyera sonar por ahí un día mientras buscaba locaciones para su película en Japón. Pues estas tres japonesas se presentaron en La Bolera San Francisco el pasado 29 de noviembre celebrando la alianza entre VOLCOM y Ripley, y yo estaba invitado, pero no fui y tuve que ver al día siguiente estas fotos que me hacen pensar que sí debí haber ido al menos un rato, como por no dejar:

No sé si la gente de Volcom me envió las fotos «de puros chéveres» o más bien lo hicieron para martirizarme por no haber aprovechado la invitación, pero creo que, en vista de que la fiesta era para anunciar que sus productos ahora se consiguen en todas las tiendas Ripley, les puedo dar una segunda oportunidad… Sí, no estaría mal si me envían un par de zapatos que vi en la página y que me gustaron mucho, quizás así pueda superar esta especie de depresión post-fiesta que estoy sufriendo 😉 (esto último que dije no es en serio, a menos que seas de Volcom, entonces sí es muy en serio).

En todo caso lo bueno es que si este blog sigue creciendo, a lo mejor en un futuro no tan lejano (ojalá antes de que Google y Apple se unan y decidan crear un nuevo orden mundial por encima de las naciones) alguien me va a invitar de nuevo a una fiesta y voy a poder ser yo el que cuente su hazaña al día siguiente.