Lecturas divertidas, Lecturas varias
En estado crítico (un cuento creado con los seguidores de @Triego)
De vez en cuando me gusta hacer este ejercicio, que empieza con un tweet como este:
Digan ya la primera palabra que les venga a la mente y las junto en un cuento.
— Diego Arenas, Triego (@Triego) 23 de enero de 2017
Ahora, después de 15 respuestas provenientes de México, Colombia, Argentina, España, Costa Rica y otros lugares que no logré identificar, el cuento que les voy a presentar, y que en el momento que estoy escribiendo esta frase (00:25) todavía no tengo ni idea de cómo voy a juntar, debe tener estas palabras: obsceno, chabacano, hamburguesa, piedras, procrastinación, aguacate, rústico, cálido, tetas, hija, agua, wall-e, proyectos, hambre y libertad. En fin, muchas gracias a ellos por la inspiración, veamos para dónde me llevan esas palabras.
En estado crítico
Luego de meditar por varios segundos por dónde darle el primer mordisco a la enorme hamburguesa que reposaba junto a su computador portátil, el cual jamás había llevado más allá de los confines de su pequeño apartamento del centro de la ciudad, y después de probar 5 frases, cada una menos sutil que la anterior, decidió que empezaría su crítica del día de esta manera: «Su estilo es obsceno, chabacano y falto de nuevas ideas. Sin duda su aporte a la discusión es nulo. Cero.».
Mariano, palabra por palabra, artículo por artículo y publicación a publicación, se había ido ganado el odio unánime de los críticos del país, por frases como la que acababa de escribir y que pronto vería la luz en uno de los más prestigiosos blogs de la región, pero también por frases como «Por su falta de inspiración podría decirse que la procrastinación es un talento que podría explorar, pero sospecho que hasta en eso fracasaría de manera escandalosa.», «Es rústico en su prosa y no logra saciar ni remotamente el hambre de los que estamos buscando verdadero entretenimiento o al menos algo de criterio por parte del autor.», «Mi hija de 3 años sería capaz de describir de manera más coherente lo que intentaba explicarnos este fracasado.» o «¡Tápenles las tetas a las obras del renacimiento que estén cerca de este sujeto! No es digno siquiera de escribir tres renglones acerca de un dibujo de un aguacate hecho por él mismo.». Pero aunque el odio era generalizado hacia este crítico de renombre, este medio para el que trabajaba, le daba la libertad de manejar sus proyectos a su antojo y de escribir cuanto quisiera, como quisiera y cuando quisiera, pues el género de crítica que había instaurado seguía siendo novedoso y contaba con un cálido recibimiento por parte de un público ávido de artículos que pusieran en su sitio a tanto destructor de carreras que se había tomado el país con el visto bueno de los medios tradicionales.
Pero como todo en la vida, las cosas para Mariano estaban a punto de cambiar. Fue precisamente una mañana en la que había decidió no escribir como de costumbre, cuando al chequear las tendencias del día en su computador, encontró una noticia que lo dejó frío. Fue tal el sobresalto que dejó caer el vaso de agua que sostenía en su mano y para concentrarse hasta apagó el televisor en el que su hija estaba viendo Wall-E por tercera vez en la semana. Era como si todas las piedras que había estado lanzando a las carreras de los críticos de cine, música, libros, arte, cocina y demás, se estuvieran devolviendo para acabar también con su carrera. Y así lo harían. Mariano, quien un día fue famoso por ser el primer crítico de críticos, el único dedicado a criticar las críticas de los más prestigiosos críticos de todas las artes, hoy veía cómo un nuevo tipo de crítico, un crítico de críticos de críticas, dejaba en estado crítico su carrera con una crítica tan salvaje que sería la última que se leería en mucho, mucho tiempo.
Fin.
¿Cómo les pareció? Por favor no dejen de compartir sus opiniones en la sección de comentarios que se encuentra más abajo o en cualquiera de mis redes sociales.
Critiquen con confianza. Y para que quede constancia, estas son las respuestas de mis seguidores con las que pude construir este buen cuento:
@Triego obsceno
— alonso.urbina 😊 (@adruari) 23 de enero de 2017
@Triego chabacano
— Elias Rivera (@saile100) 23 de enero de 2017
@Triego hamburguesa.
— No Me Llames Dolores (@FerchuDaBa) 23 de enero de 2017
@Triego Piedras.
— Ares Cases Castellet (@AresCases) 23 de enero de 2017
@Triego procrastinación
— Camilo Luna (@CamiloLuna) 23 de enero de 2017
@Triego Aguacate
— Tengo sueño(zZ) (@sachVII) 23 de enero de 2017
@Triego Rústico
— Mariana Lombardo (@lombmarian) 23 de enero de 2017
@Triego cálido.
— Farol (@ehquevaina) 23 de enero de 2017
@Triego tetas
— Señor Cunnilingus (@ImEasy_) 23 de enero de 2017
@Triego Hija
— Sigan siendo felices (@EdgarLesDice) 23 de enero de 2017
@Triego agua
— Alejandra M. (@SinHeteronimo) 23 de enero de 2017
@Triego Wall-e
— cristian vargas (@criBtian) 23 de enero de 2017
@Triego proyectos
— Marilyn Tabares O. (@MarilynTabares) 23 de enero de 2017
@Triego hambre
— Quejason (@jasonavarro) 23 de enero de 2017
@Triego libertad.
— アギレディアナ/Diana A. (@Onlydii) 23 de enero de 2017
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