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Pasajeros de la zona de confort, por favor no abordar.
Buenos días señores pasajeros, la rutina y tranquilidad de lo conocido, en nombre de la falta de ambición y todas sus consecuencias, les damos la bienvenida a bordo de esta zona de confort con destino a ninguna parte. Volaremos con un bajo perfil, a baja velocidad y la duración del viaje será indefinida, es más, es posible que nunca despeguemos. Por favor aférrense con inseguridad a su puesto actual, sientan el respaldo temporal de su empresa y dobleguen sus ánimos. Les recordamos que está prohibido arriesgarse o proponer mejoras en cualquiera de las labores de esta organización.
Enseguida, siguiendo normas internacionales de conformismo, les vamos a efectuar una demostración de los sistemas de pensamiento de que dispone esta zona. Les rogamos prestar mucha atención.
Esta zona de confort está provista de muchas alternativas laborales que ustedes no van a querer tomar, las cuales se encuentran en un futuro cercano y pueden aparecer en cualquier momento. Además hay varias opciones de salir por la puerta trasera, todas ellas debidamente advertidas. Les rogamos no observar las posibilidades de crecimiento personal y profesional, una de ellas podría estar justo enfrente de sus narices.
Sus sueños y aspiraciones se encuentran en la parte superior de su memoria y reaparecerán en caso de desesperación. Colóquelas en el último lugar de su mente, haga caso omiso de ellas y continúe trabajando normalmente. Ignórelas primero usted y después convenza a otros de que las ignoren también.
Por su parte, las propuestas de trabajo que pueden salvar su carrera, se encuentran en la parte inferior de su escala de prioridades y a pesar de estar claramente identificadas, usted debe ajustarse a su situación y no arriesgarse con ninguna de ellas. Para hacerlo, tírelas a la basura, y si eso fallara, existen obligaciones bancarias que lo llevarán a ignorarlas permanentemente. Se les recuerda que estas oportunidades no deben ser tenidas en cuenta en ningún área de la zona de confort.
Les recordamos que detrás de su puesto encontrarán una enorme fila de aspirantes que están pendientes de ocupar su lugar en cualquier momento. Igualmente les informamos que deben apagar sus ideas e impulsos progresistas ya sea dentro o fuera de la empresa. Gracias por permanecer en esta zona de confort. Les deseamos un descenso muy agradable.
Ahora, señores pasajeros, les damos la bienvenida al final de su carrera, la compañía ha tomado la decisión unilateral de prescindir de sus servicios. Por favor permanezcan sentados como si nada hubiera pasado hasta que su sentimiento de culpa los detenga por completo y su decepción se haya apagado. Tengan precaución al revisar sus logros y comprueben si aún llevan consigo algo de amor propio y retos personales. En nombre de la zona de confort, el futuro desperdiciado y tanto sentimiento de culpa, los despedimos finalmente, esperando que el descenso con nosotros haya sido de su agrado y confiando en que al menos hayan desarrollado importantes proyectos personales mientras estuvieron a bordo.
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3 Comments
vlacho silva
Este viaje se repite y se repite, y a diario veo a mi lado pasajeros que se ajustan el cinturón con la esperanza de no caer. Me gusta mucho este post y más por estos días en los que, como un buen amigo me dijo, «dejó el lujo del yate, para remar en un kayak, hasta su propia isla»
Diego Arenas
Salir de esa zona de confort es bien difícil, hay que saber arriesgarse.
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Hola, muy interesante, gracias http://www.triego.com