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Manual políticamente correcto de comunicación en el ambiente laboral.
El ambiente laboral es un frágil ecosistema en el que gente de todas las especies se ve obligada a ser parte de una cadena alimentaria en la que predomina la ley del más fuerte, por eso es importante manejar formas asertivas de comunicar la inconformidad o de sugerir mejoras que pueden hacer que el día a día se torne un poco menos salvaje y así no terminar siendo devorado por el sistema.
A continuación una lista de frases y su traducción optimista, proactiva, llena de actitud y compromiso, pero sobre todo, políticamente correcta; para que cuando sean oídas eviten cualquier tipo de malinterpretación o convertirse en el tema principal y/o comidilla de los pasillos. Espero que les sean muy útiles para allanar el camino rumbo a su consagración profesional:
No diga:
Falta ver qué habrá hecho este(a) desgraciado(a) para ganarse ese ascenso tan fácil…
Diga:
La forma como esta persona fomenta en su oficina una estrecha integración con los directivos de las diferentes áreas de la empresa, incluso recurriendo a trabajar horas extra, es sin duda la razón de su meteórico ascenso en la organización.
No diga:
¡Mi jefe es un imbecil! sé más yo de maternidad de gallinas…
Diga:
¡Mi jefe es uno en un millón! hace que yo revalúe mis conocimientos con cada nuevo concepto que emite…
No diga:
¡Qué tipo tan lame suelas/ lambiscón/ lambón! ¡Lo odio!
Diga:
¡Es destacable la proactividad que demuestra ese gran profesional! Merece una mención especial la manera como sacrifica incluso su amor propio con tal de elevar los estándares de calidad percibidos por los integrantes de los círculos directivos de la compañía.
No diga:
¿Qué le pasa? ¡No se meta en lo que no le importa!
Diga:
Es claro que tu talento merece retos más grandes que los que puedo ofrecerte en este momento, deberías afrontar otros proyectos que sí aprovechen tu capacidad de involucrarte en múltiples tareas a la vez.
No diga:
Con su propuesta me limpio el…
Diga:
Considero que tu idea tiene aplicaciones prácticas sorprendentes, cosas que ni te imaginas, pero desafortunadamente no es la adecuada para este tipo de proyecto.
No diga:
¿Qué le pasa? ¿es que es idiota? ¿o lo dejaron caer de niño?..
Diga:
¡Asombroso! Tu actitud evidencia un alto empoderamiento a la hora de darle un giro inesperado a la toma de decisiones corporativas. Es clara la influencia que tienen en ti las experiencias de tu vida, esas que han definido la clase de profesional que eres hoy en día.
No diga:
Oiga hijo de… ¡colabore! ¡Estoy harto de tener que hacer su trabajo!
Diga:
Apreciado compañero, sin duda tu actitud propicia la participación de todos los integrantes del equipo pero no deberías privarnos de tus valiosos aportes.
No diga:
Si no fuera porque tengo tantas deudas, ya me habría ido de esta pocilga…
Diga:
Soy parte del motor que impulsa la economía mundial y eso me compromete con el desarrollo del país, por eso aporto mi granito de arena sin importar el tamaño de la empresa que cuente con mi total compromiso, eso sí, sin perder de vista la búsqueda de nuevos retos profesionales.
No diga:
Qué vieja tan chismosa, ¡no soporto ver a esa (perro, zorro, etc. pero en femenino)!
Diga:
Las habilidades comunicativas de mi estupenda colega superan ampliamente mis expectativas, es sin duda una persona con un brillo que de ninguna manera pasa desapercibido. Destaco su capacidad de entregarse en cuerpo y alma a su equipo de trabajo.
No diga:
¡¿y no se le antoja que además me inserte una escoba por atrás y de paso le vaya barriendo el piso?!
Diga
¡¿y no se le antoja que además me inserte una escoba por atrás y de paso le vaya barriendo el piso?!
¿Qué otra frase debería estar aquí?
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