Lecturas divertidas, Lecturas varias
Tranquilos, el mundo no se acaba todavía.
En lugar de correr como un loco enajenado buscando cómo evitar un inminente Apocalipsis Maya, mira en tu alacena y encontrarás razones de más para estar tranquilo; es verdad, en tu casa puede estar la prueba irrefutable de que al mundo le quedan por lo menos unos años más de existencia. Por ejemplo, no es raro encontrar una lata como esta (ver foto) que te puede brindar la paz que te hace falta y puede evitar que empieces a vender tus pertenencias para dedicarte a llevar una insostenible vida de excesos tratando de «vivir cada día como si fuera el último» de aquí al 21 de diciembre de 2012.
¿Te imaginas lo que pasaría si empiezas a despilfarrarlo todo de aquí a esa famosa fecha y no se acaba el mundo? Nooo, así el mundo se acabe, los bancos encontrarían la forma de cobrarte las cuotas faltantes de tus deudas aún después de un hipotético holocausto, al fin y al cabo es típico de las grandes corporaciones lucrarse aún en tiempos difíciles, tanto así que el día que sea oficial el tan anunciado fin del mundo se escuchará en alguna parte a un confundido locutor diciendo: «El fin del mundo llega a ustedes gracias a Coca-Cola, ¡destapa la felicidad!».
También hay que decir que el fin del mundo ya lo han prometido en vano en el año 999 y en 1999. Está claro que las únicas profecías que se cumplen son las que se acomodan a los hechos después de que éstos ya han tenido lugar, por eso, desde donde esté, Nostradamus agradece a todos los que traducen sus palabras de tal manera que coincidan con las tragedias modernas. Después de todo, es muy fácil predecir el pasado ¿no?
Por eso si una lata de sardinas como esta llegara a cambiar de fecha misteriosamente, sería la prueba de que el fin sí está cerca y ahí sí verías titulares de prensa con adjetivos como loco, desquiciado, demente, extraño, entre otros, en los cuales tu nombre podría ser el protagonista. ¿Cambiar de fecha misteriosamente? ¿Qué quiere decir eso? Pues que si pasa algo como esto que pasaba en la clásica película «Volver al Futuro» va a ser una señal inequivoca de que en el futuro alguien ya inventó una máquina del tiempo y la usó para traernos esa lata al presente con el fin de dar un parte de calma al mundo:
En fin, aquí termina una nueva reflexión sin sentido, llena de despropósitos y como siempre con una total ausencia de argumentos válidos que pudieran darle un mínimo grado de credibilidad a lo aquí expuesto.
Gracias por leer, por comentar y por criticar.